Jadeos, nerviosismo y sudoración involuntaria. Efectos secundarios precursores de un estímulo psicomotor. El saber que has decidido ese preciso momento para hacer algo que nunca antes habías hecho y, que indiscutiblemente no habrá otro igual.
Es la primera vez. Miras tus manos y esperas que ellas actuarán por sí solas, que tu voluntad no dependerá de ellas, desde la muñeca a las uñas sientes la sangre fluir. Las dudas invaden tu mente, te preguntas si tu atención al detalle impedirá que disfrutes este momento incomparable. Quieres que todo salga a la perfección, aún cuando reconoces la subjetividad de la misma.
Te sientes desnudo. A mitad del camino te das cuenta de lo que realmente está sucediendo, expones tu núcleo impenetrable a la disposición ajena. En este punto la sensación no te deja ponderar las consecuencias de lo que ya no tiene marcha atrás.
Es la primera vez. Mi primera vez. Mi primer blog.
Es la primera vez. Miras tus manos y esperas que ellas actuarán por sí solas, que tu voluntad no dependerá de ellas, desde la muñeca a las uñas sientes la sangre fluir. Las dudas invaden tu mente, te preguntas si tu atención al detalle impedirá que disfrutes este momento incomparable. Quieres que todo salga a la perfección, aún cuando reconoces la subjetividad de la misma.
Te sientes desnudo. A mitad del camino te das cuenta de lo que realmente está sucediendo, expones tu núcleo impenetrable a la disposición ajena. En este punto la sensación no te deja ponderar las consecuencias de lo que ya no tiene marcha atrás.
Es la primera vez. Mi primera vez. Mi primer blog.
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